En Restaurante Caño53 estrenamos carta de tapas con opciones pensadas para compartir. Nuestra propuesta abarca desde clásicos reinventados hasta creaciones de autor, todas con el sello de la brasa y la frescura mediterránea. ¡Prepárate para un recorrido de texturas y aromas que hará de tu visita una experiencia inolvidable!
Empezamos el viaje con aperitivos que refrescan y sorprenden al paladar. Nuestra ensaladilla clásica, elaborada con patata cocida al punto y aliño casero de aceite virgen extra, huevo de corral y atún de calidad, se presenta suave y cremosa, ideal para abrir boca. Los dos salmorejos —el tradicional, con tomates maduros y un chorrito de jerez, y el de sandía, donde la fruta aporta un contrapunto dulce y veraniego— llegan en texturas sedosas y colores vibrantes. Para completar este arranque, las patatas aliñadas con mango combinan la jugosidad de la fruta tropical con un toque picante de pimentón, creando un contraste crujiente y afrutado que estimula cada sentido.
El espíritu marinero también toma protagonismo con propuestas que homenajean la costa gaditana. Degusta el otoro de atún rojo, esa pieza jugosa y grasa al punto justo de sal, que realza su textura mantequillosa. A su lado, la tortillita de camarones, finísima y crujiente gracias a nuestro confitado especial, ofrece un bocado ligero y sabroso. Y si buscas intensidad, las sardinas ahumadas y los boquerones en vinagre llegan acompañados de tres aliños distintos, criollo con alioli, cítrico con mayonesa de lima y cremoso ibérico con queso viejo y cebolla encurtida para un festival de matices.
Para los amantes de lo contundente, presentamos delicatessen que combinan tradición e innovación. El brioche de choricito y el de chocos fritos son pequeños tesoros de pan esponjoso que abrazan sabores contundentes: el chorizo artesanal y el calamar gaditano, respectivamente. El pan bao de bacalao fusiona Oriente y Cádiz, con su masa vaporosa que encierra una suave brandada. En formato montadito, la pluma ibérica a la brasa sorprende con su marcado aroma ahumado, mientras que la tosta de Matrimonio equilibra anchoa, ventresca y aceituna negra en una sinfonía de salinidad. La carrillada en salsa, cocinada a fuego lento, se deshace en la boca y deja un regusto profundo. Y para cerrar, el sam de ropa vieja, brioche relleno de ternera guisada acaricia el paladar con su jugosidad.
Y para que cada tapa brille con luz propia, contamos con un maridaje pensado al detalle: un blanco de Rueda, fresco y afrutado, potencia la dulzura del salmorejo de sandía; la manzanilla o el fino, con su salinidad y notas florales, acompañan a la perfección las conservas y ahumados; un tinto joven, lleno de fruta roja y taninos suaves, realza los matices de los montaditos ibéricos y la carrillada; y una cerveza artesana bien fría, con ligero amargor y toque cítrico, equilibra la textura de las tortillitas de camarones y las patatas aliñadas. Ven a Caño53, reserva tu mesa y déjate llevar por este recorrido de sabores en miniatura. ¡Comparte, combina y vive la magia de nuestras tapas en un ambiente cálido y cercano!